Con el fin de favorecer el conocimiento mutuo y la cultura del encuentro entre personas de religiones distintas, la Asociación para la Amistad y Encuentro Interreligioso (AAEI) organizó ayer 7 de febrero en las instalaciones de la Fundación Federico Fliedner una Mesa Redonda titulada “La fe en la vida cotidiana”, en la que representantes de las cuatro confesiones se dieron cita para compartir las especificidades de sus vivencias y experiencias de fe diarias.
El encuentro suscitó el interés de casi un centenar de personas, que pudo escuchar el testimonio de los presentes en la Mesa y participar en el turno de preguntas expresando sus curiosidades e inquietudes acerca de lo que habían escuchado.
Abrió la Mesa la intervención de D. Mohamed Ajana, Secretario de la Comisión Islámica de España, quien aludió a los distintos pilares de los que se compone el Islam, como son la oración, que es “la parada en el camino para encontrarnos con Dios”, el ayuno en el mes de Ramadán, el peregrinaje a la Meca, la caridad con el prójimo y el testimonio de fe.
En representación de la confesión católica, D. Francisco José López, profesor de Teología de la Universidad Pontificia de Comillas, compartió con los asistentes que vivir la fe diariamente consiste en darse a los demás, y reflexionó acerca de algunas de las experiencias que su comunidad ha vivido con el prójimo, ofreciendo ayuda y servicio a personas enfermas y refugiadas que lo necesitan. “Vivir la fe en la vida cotidiana es difícil y sencillo a la vez”, relataba ante el atento público.
Por su parte, Dña. Berejá Calderón, representante de la Comunidad Judía de Madrid, acudió al evento agradecida porque “no todos los días tiene uno la ocasión y el momento de reflexionar acerca de lo que la fe es nuestra vida diaria”. Para los judíos, compartía, “Dios siempre está delante de nosotros y la Torá es nuestra guía, así como la oración y el compromiso con el prójimo”.
Para cerrar las intervenciones, D. Alfredo Abad, Pastor en la Iglesia Evangélica Española, explicó a los asistentes que la fe en la vida cotidiana de un cristiano protestante tiene como eje fundamental la Palabra de Dios, que tras la Reforma del siglo XVI comenzó a entenderse como la herramienta a través de la cual cada individuo puede encontrar su guía de vida.
El acto finalizó con la participación del público en el turno de consultas y preguntas y el encuentro terminó con un tiempo de convivencia en el que ponentes y asistentes compartieron un rico aperitivo.