Fue en 1870 cuando la persona que da nombre a nuestra institución, Federico Fliedner, llegó a España enviada como misionero por el llamado Comité de Berlín, hoy, Verein Zur Förderung der Federico Fliedner Stiftung e institución que comparte con nosotros el 150 cumpleaños.
La llegada de Federico Fliedner como misionero fue propiciada por un contexto histórico que lo favoreció tras la aprobación de la Constitución Española de 1869 y que permitió por primera vez en nuestro país la libertad religiosa y de culto. Ello animó a que misioneros evangélicos, como él, llegaran a España para ayudar en todo lo que necesitaran a las comunidades e iglesias protestantes que había en España.
Entregó por entero su vida a la educación de los españoles, ya que supo ver que la España de la época estaba marcada por una elevadísima tasa de analfabetismo y que era necesario introducir cambios inspirados en la metodología más innovadora y vanguardista proveniente de las corrientes europeas más avanzadas, cambios que culminaron en su logro más importante, con la apertura de un colegio de secundaria que hoy en día sigue formando parte de la Fundación, el colegio El Porvenir. Su trabajo y el de todas las personas que tras él tomaron el testigo, tuvo una gran repercusión en otras muchas áreas, por ejemplo, con la creación en 1873 de la Librería Nacional y Extranjera, hasta muy recientemente la Librería Calatrava. También a finales del siglo XIX él compró un recinto en El Escorial con una historia detrás apasionante, y lo hizo en un primer momento para llevar durante el verano a los niños que atendía y que pudieran descansar del acelerado ritmo de la capital. Este espacio ha estado destinado a lo largo de la historia a diversos proyectos sociales y formativos muy diversos. El último de ellos, ligado a la atención a personas refugiadas y solicitantes de asilo, un proyecto que siempre ha estado en el corazón de la Iglesia Evangélica Española y que junto a la Fundación, ha buscado hasta muy recientemente el alivio en la vida de personas que se ven obligadas a huir de sus países de origen por sufrir persecución.
Y es que la historia de esos 150 años es muy rica y llena de hitos que han construido la Fundación de hoy y que surgen precisamente porque a lo largo de nuestra historia se ha sabido seguir detectando las necesidades que en cada momento nuestra sociedad planteaba. Precisamente de esa sabia detección surgen centros que se fueron sumando para enriquecer lo que hoy somos, como el colegio Juan de Valdés. La sociedad de los años 60 del siglo XX todavía era complicada para el protestantismo, y ese es precisamente el momento en el que este colegio surge, un momento en el que se presentaba como urgente la necesidad de responder de un modo diferente a las necesidades sociales y educativas del momento. Fue el 1 de octubre de 1963 cuando el pastor Alberto Araujo Fernández con la colaboración de otros pastores de la Iglesia Evangélica Española, abrió las puertas de la Iglesia de Jesús para dar comienzo a la ya hoy longeva historia del colegio Juan de Valdés. Pocos años después, será ya el pastor Luis Ruiz Poveda quien asumiría la dirección del colegio, trasladado éste ya a un pequeño chalet de Chamartín. Comenzaban años apasionantes para este proyecto, una historia que descubriremos a lo largo de este 2020.
Por su parte, la también más que centenaria Facultad de Teología SEUT, tiene tras de sí toda una historia de vocación por la formación y la enseñanza de la Biblia. Ésta se retrotrae a 1884, cuando con apoyo internacional escocés, la Iglesia Evangélica Española crea en Cádiz el llamado Instituto Evangélico de Teología, un centro de formación teológica para pastores tanto de esta iglesia como de la Iglesia Española Reformada Episcopal. No será hasta 1919 cuando el centro adopte el nombre de Seminario Evangélico Unido de Teología y lo haga ya con sede física en Madrid. Con grandes profesores y teólogos enseñando desde sus aulas, la historia de SEUT nos muestra una gran vocación y entrega ecuménica en la enseñanza de la teología y el estudio de la Biblia.
Hoy, la Fundación Federico Fliedner es heredera de un trabajo iniciado en 1870 y que con el paso, nada más y nada menos, de 150 años se ha ido enriqueciendo con todos los centros y proyectos que conforman su presente. Con nuestros hermanos del Verein zür Förderung der Stiftung Federico Fliedner, de la Iglesia Evangélica Española y tantas otras entidades, como la Gustav Adolf Werk e iglesias, como la Iglesia Alemana y la Iglesia Española Reformada Episcopal, que nos han apoyado y continúan apoyándonos, continuamos velando por ver como antaño, qué necesita la sociedad del siglo XXI para responder ante ello.