La principal misión encomendada fue la de ayudar a las comunidades protestantes existentes (surgidas durante la segunda mitad del siglo XIX por toda la geografía española) para mejorar su capacidad organizativa y alentando la colaboración entre todos los evangélicos. Federico Fliedner desarrolló una gran labor educativa, social y religiosa: fundó y financió colegios e internados, casas de acogida para niños, hogares para ancianos, enfermerías, seminarios, iglesias, y una librería-editorial. Falleció en 1901 pero su trabajo fue continuado por su familia y por pastores de la Iglesia Evangélica Española (IEE) y de otras iglesias protestantes.
A la edad de 15 años, Federico Fliedner fue confirmado. En la parte central y manuscrito, aparece su nombre y el versículo de Salmos 51, 12: «Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente».
Federico Fliedner es el primero por la izquierda, y todos portan el brazalete de la Cruz Roja, ya que trabajaron como «diáconos de campaña» durante la Guerra de Prusia y Austria en el verano de 1866.
El pastor Antonio Carrasco fue invitado personalmente a asistir a la 24º Convención Anual de la Fundación Gustavo Adolfo en Bayreuth en agosto de 1869 para recoger un importante donativo destinado a la construcción de la iglesia en Madrid. El joven candidato a Teología, Federico Fliedner, asistió para hablar sobre la situación del protestantismo en España basándose en su propia experiencia, ya que había viajado meses antes por el país. Este documento es una separata a las actas de la Convención publicada en Leipzig en 1869, y recoge bajo el título «Conferencias sobre el Movimiento evangélico en España» las intervenciones de Antonio Carrasco y Federico Fliedner.
Se detallan las bases en las que se hace esta cesión. Federico Fliedner tuvo una estrecha relación con el pastor Ruet, y cuando este atravesó una complicada situación económica, Federico buscó donativos en Alemania. Poco tiempo después firmaron la cesión de la Iglesia.
Fotografía donada al Archivo por Elisabeth Lindenmaier Fliedner, bisnieta de Federico Fliedner. De izquierda a derecha (los adultos de pie): Juan Fliedner, pastor de la Iglesia de Jesús; Teodoro Fliedner, responsable de la Obra Fliedner; Wilhelm Albrecht, pastor de la Iglesia Alemana casado con Frida, hija de Federico; y Fritz Fliedner, que ejerció la profesión médica en München. De izquierda a derecha (los adultos sentados): Catalina Fliedner, profesora en el colegio El Porvenir; Elisabeth Klingender, esposa de Juan Fliedner; Catalina Funcke, esposa de Teodoro Fliedner; Ana Viliesid y su esposo Jorge Fliedner, director del colegio El Porvenir durante el primer tercio del siglo XX; Frida Fliedner, casada con el pastor Wilhelm Albrecht, y Margarita Fliedner, enfermera en I Guerra Mundial y en España.
Imagen tomada en la última visita que Carolina Bertheau hizo a su familia de Madrid con 78 años desde Alemania, y vino acompañada por su nieta y diaconisa Louise Disselhof, la joven de la derecha que sostiene un bebé.
Con motivo de la celebración del 50 aniversario de la creación de la Iglesia Evangélica Alemana, su pastor, Wilhelm Albrecht (casado con Frida Fliedner, hija de Federico) editó esta obra sobre la iglesia protestante alemana de Madrid. Federico Fliedner siempre sintió que era una obligación natural compaginar su trabajo en las iglesias evangélicas de España con la atención de esta congregación.
Aparece una imagen del pastor Teodoro Fliedner y del jardín donde surgió la Obra de las Diaconisas. Está acompañadopor dos versículos bíblicos.
Desde su llegada a España en 1870, Federico Fliedner quiso formar parte de los círculos intelectuales de la sociedad madrileña y, por esta razón, se hizo miembro del Ateneo y participó de forma muy activa en los debates de la época.
Boletín publicado con una periodicidad irregular y para una circulación restringida (Printed for Private Circulation). Federico Fliedner se nutría del contenido de los Blätter aus Spanien que traducía al inglés. Estaba destinado a difundir la Obra Fliedner en el ámbito anglosajón.
Biblia obsequiada al rev. Fritz Fliedner por su participación con la delegación de Madrid en la Conferencia General de la Alianza Evangélica de 1873 en Nueva York según se indica en el verso de la cubierta.
Federico Fliedner se doctoró en la Facultad de Medicina de la Universidad Central en junio de 1894 con esta tesis sobre higiene escolar, calificada por Santiago Ramón y Cajal como «Admirable». Este fue su segundo intento de optar al grado de Doctor, ya que suspendió, en 1893, su disertación titulada La mecanoterapia según sus fundamentos racionales, su influencia médica y desarrollo actual [UCM: Ca 2557(379-380)].
Certificado del tesorero de Hacienda de la provincia, en el que se indica que Federico Fliedner ha abonado el importe de la cuota por patente que necesita para ejercer la profesión de médico durante el segundo semestre. Aunque Federico Fliedner había realizado los estudios de enfermería en Kaiserswerth y trabajó como tal en la Guerra austro-prusiana de 1866, cursó también la carrera de Medicina en la Universidad Central de Madrid y obtuvo el grado de Doctor tras la defensa y aprobación de su tesis en dicha universidad.
Federico Fliedner aparece de pie, el segundo por la izquierda. Figura anotado de su mano abajo: «Deutsche Deputierte auf der Evangelischen Allianz in New York, im October 1873». Acompañó en esta conferencia al pastor Antonio Carrasco.
Teodoro Fliedner (1800-1864), padre de Federico, fue un pastor evangélico que fundó la Obra de las Diaconisas en Kaiserswerth (Düsseldorf). Inició una saga familiar que, durante el siglo XIX, poseía un elevado nivel social, cultural, religioso y político en Alemania, y que siempre ha estado vinculadaa la formación en teología y medicina. Sentó las bases de la profesión de enfermera creando y organizando planes de estudio específicos. La inglesa Florence Nightingale, fundadora del Cuerpo de Enfermería, completó su formación allí. En la casa donde se inició esta labor existe otro busto idéntico a este.
En el reverso está impreso un pequeño callejero del centro de Madrid en el que indica la dirección de El Porvenir, Librería, Capilla alemana, Colegio de La Esperanza y Colegio de la Luz.
Federico se ocupó de traducir del alemán al castellano los más bellos himnos y fueron publicados para las iglesias evangélicas hispanas. Hoy en día siguen editándose en España, América Latina y Estados Unidos.
Federico Fliedner tradujo el Nuevo Testamento directamente del griego al castellano, y editó los Evangelios y Hechos de los Apóstoles en varios volúmenes para proporcionar a los evangélicos un formato asequible económicamente y cómodo de transportar.
De forma cariñosa, a la muñeca la llamaban «Tita Minna» y, aunque la cabeza de porcelana tuvo que ser sustituida, las ropas son originales. Pertenece a Michael Albrecht, nieto de Frida Fliedner y ha sido cedida para la presente exposición.