En esta misión, Federico Fliedner siembre tuvo presente los orígenes de la Reforma y las reflexiones de Lutero sobre la educación de hombres y mujeres, las cuales fueron seguidas y desarrolladas por pedagogos protestantes tan destacados como Melanchton, Comenio y Pestalozzi.
Temario o programa de las diferentes materias que se impartían en las escuelas evangélicas fundadas por pastores y misioneros en Madrid y en el resto de la geografía española. Estas escuelas eran de carácter privado y eran financiadas principalmente mediante donativos y aportaciones de las iglesias protestantes en el extranjero.
Reglamento (8 pp.) de este colegio de primera enseñanza completa, en sus tres distintos grados de párvulos, elemental y superior, de niños y niñas. Fue fundado en 1872. Explica de forma clara y concisa cómo han de ser las clases y el edificio del colegio, libros de texto, el desarrollo corporal, sistema educativo de cada nivel, etc. Hace hincapié en que dicho sistema será exactamente igual para la educación de las niñas.
Aunque la adquisición de los terrenos se produjo varios años antes, Federico Fliedner inició la construcción del edificio en 1892. El Porvenir se inauguró en 1897 como colegio-internado de Segunda enseñanza.
Ubicado en la calle Bravo Murillo 85, es un edificio de estilo neogótico. Su arquitecto fue el alsaciano Joaquín Kramer Arnaiz, que colaboró también en los proyectos de construcción de la Fundación Lázaro Galdiano entre 1904 y 1908 (calle de Serrano 122) y del Pabellón MacPherson de la Institución Libre de Enseñanza en 1908-1909 (Paseo del General Martínez Campos 14)
Certificado expedido por Francisco de Paula Amat y Villalba, catedrático y secretario general de la Universidad de Madrid, y firmado por el rector, Claudio Sánchez-Albornoz. Indica la relación de documentos necesaria para completar el expediente de autorización.
Las estancias más emblemáticas del colegio (entrada, comedor, biblioteca, aulas, laboratorio, etc.) fueron decoradas en la parte superior de las paredes con versículos bíblicos, cuyo contenido hacía alusión al uso específico de ese espacio. Para escribirlos, emplearon estos moldes.
El Porvenir germinó en las dependencias de La Esperanza (calle Calatrava 27) mucho antes de la construcción de su edificio en la calle Bravo Murillo. De esta forma, se daba la oportunidad de continuar estudiando a los alumnos más aventajados en la escuela elemental.
Manuscrito en portada: «Propiedad de […] F. [Federico] Larrañaga», alumno y posteriormente profesor en el colegio El Porvenir: primer alumno que aprueba el Bachillerato en la época de Federico Fliedner.
En él, cada profesor anotaba diariamente las materias impartidas, los temas trabajados y las observaciones. Se trata de un documento muy importante porque acredita, antes de la construcción de El Porvenir, la puesta en marcha y el funcionamiento de un colegio de Segunda enseñanza.
Para obtener el título de Bachillerato, los alumnos del colegio El Porvenir tenían que matricularse por libre en un Instituto Nacional de Segunda enseñanza –habitualmente en el Cardenal Cisneros– y aprobar el examen final. Por ello, y a través de documentos como este, la dirección pedagógica del colegio contaba con la información precisa de las asignaturas, profesores, bibliografía, etc.
Explica cómo es el colegio apto también para ser un centro de Primera enseñanza y se desarrolla una síntesis del plan educativo y su reglamento.
En las páginas centrales del folleto, se ven las cuotas mensuales de los alumnos externos e internos, y la equipación que cada alumno interno debía tener.
Detalla la programación de las clases: Primera, Segunda y Tercera y Cuarta Clase. La Quinta clase: «Repaso de las asignaturas del Bachillerato conforme a los programas y libros de texto del Instituto del Cardenal Cisneros».
Reproduce debajo de la litografía de la portada el lema original del colegio: «Non Scholae, sed vitae discimus». Es la base del lema actual: «Educamos para la vida».
Muestra la distribución del tiempo, en una jornada, de un alumno interno en El Porvenir: comidas, aseo, excursiones, clase, tiempo libre, estudio, etc. También detalla las vacaciones anuales en las que los alumnos internos tenían la posibilidad de regresar a sus casas.
Con estas fichas se identificaban a los alumnos de El Porvenir. Detallan cuestiones sanitarias como las vacunaciones, y se registran datos relativos a aspectos fisiológicos y anatómicos, considerados determinantes para su rendimiento académico. Lo interesante también es que se recabara información sobre su «Aplicación», «Aprovechamiento» y «Conducta».
Curso en el que el director del colegio es Federico Larrañaga. Contiene un interesante discurso de clausura del curso leído por Cándido Rodríguez, licenciado en filosofía y letras, y un cuadro de asignaturas muy interesante (pp. 17, 18 y 19).